viernes, julio 1

Diván.

Nunca creí que de verdad un día terminaría contando parte de mi vida en un diván, aunque nunca creí que sería de este modo. Sabes me parece un tanto irónico que esto suceda.
Porque David, porque yo soy arquitecta no psicóloga, o porque puse un diván aquí para quedarme a dormir en la oficina porque un sofá no cabía y tú lo usas para contarme de amores.
De hecho por lo de amores Janna, tu nombre significa amor.
En verdad y donde leíste eso David.
No lo sé, solo sé que lo sé. Y te lo externo.
Dios extrañaba tus respuestas con ese aplomo de quien lo sabe y no necesita verdad más grande y por desgracia tienes ese jodido don de tener la razón
Janna, ese don se ha ido agotando con los años, me he equivocado y aparentemente mis fallas en este sentido no han tenido costes; pero lo cierto es que han sido más altos de lo que incluso pude imaginar.
Hay D y ya me dirás que traes en ese porta planos. Velo tú, creo que me acabo de enamorar de tu diván.
6 planos, veamos, que carajos, de donde sacaste esto D, de un amigo de un amigo, como casi todo, son increíbles, que deseas que haga, algunas modificaciones, le construiré.
Tu mejilla, debo darte el beso de Judas antes de irme. Pero que quieres que modifique. Esta todo en las notas anexas, dudas me marcas, espero me hagas descuento y no me cobres la consulta psicológica.
Claro que no D, esto es genial, hoy mismo empezare, que cosas tan interesantes andan cerca de ti. Cuídate D y espero que esto se pase.
Janna, nos conocemos desde hace 8 años, ambos sabemos que no se me pasara, quizás aprenda a vivir con ello como un cáncer, solo eso.

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